Hace más de dos meses que se publicó la última entrada, y fuiste tú quién lo hizo. Desde ese entonces varias cosas han cambiado, o más bien se han modificado. Podríamos hacer relatos interminables de aquellas cosas, como por ejemplo: Las vacaciones que pasamos juntas. Ese es tooooodo un tema aparte y se merece su propia publicación larga, tendida y llena de detalles (los recuerdo todos, a que no te sorprende?)
Hoy concretamente es otro el motivo que me lleva a desempolvar este rinconcito en la/el internet; nada más ni nada menos que (redoble de tambores): El Primerísimo primer Aniversario (aplausos espontáneos). Con solo nombrarlo da un poquito de vértigo porque parece que no ocurrió hace tanto, y sin embargo, tenemos historias como para llenar un libro; "Contra el viento del norte" muérete de la envidia.
Han pasado muchas cosas desde aquella vez, hemos tenido muchas primeras veces: primer mes, primera discusión, primer beso, primera noche juntas, primer almuerzo, primer chascarro, primera anécdota, primer instinto homicida, primer encuentro... y la lista continúa.
Estaba vagando por ahí en el mundo cibernético y encontré esto que comparto contigo aquí y ahora (o más tarde, dependiendo de cuándo lo leas):
"El primer año de una relación de pareja dice mucho, especialmente porque muchas parejas se quedan en el camino y no sobreviven a este.
Todos sabemos que los primeros meses de una relación todo es amor y dulzura, pero con el paso de estos no todo puede permanecer igual y poco a poco empiezan a surgir nuestras verdaderas personalidades, porque aunque quizas no estuvieramos tratando de aparentar quienes no somos, estas bien pueden permanecer dormidas embrutecidas por el derrochamiento de miel.
Muchas veces estos cambios de personalidad pueden llegar como una sorpresa, pero a medida que vamos experimentando mas cosas, y la convivencia crece, tenemos que afrontar situaciones nuevas y nuestras reacciones ante esto pueden ser lo que el otro ni imaginaba.
La clave del exito está en enamorarnos no solo de las alegrías que compartimos con esa persona, si no de los defectos que los convierten en ellos mismos, aceptar al otro con cada pro y contra, y trabajar en esos baches en el camino que solo estorban. No darse por vencidos si hemos descubierto que aqui es donde deseamos estar y vale la pena luchar por ese cariño."
Lo que más rescato de lo anterior es aquella parte en la que hace alusión a no darse por vencido si se ha descubierto dónde, cómo y con quién se quiere estar, y luchar por ello porque lo vale.
Cariño mío:
Hemos atravesado un sinfín de obstáculos hasta este punto, algunas veces casi nos quedamos en el camino o simplemente así quisimos que fuera. Pero como todo en esta vida nos ha servido para ponernos a prueba y descubrir nuestros propios límites como individuos; lo que queremos y hasta qué punto estamos dispuestas a colaborar para alcanzar nuestras metas.
¿Te acuerdas cuando empezábamos a conocernos y nos pasamos una noche entera hablando de matrimonio, hijos, y anillos? Cuando me dijiste que algún día me darías uno. Ahora tengo uno en mi dedo y que aunque se considera un símbolo bastante superfluo del compromiso, mi lado cursi lo adora y lo lleva feliz de la vida, muy a pesar de que la verdadera promesa esté en mis acciones y no en mi joyería... por si las dudas tendrás uno muy pronto :D (al menos eso espero)
Es cierto lo que dicen las malas/buenas lenguas con respecto a que lo mejor aparece cuando menos lo busca. Contigo me sucedió exactamente eso, y no me arrepiento para nada de haberte conocido ni la manera en la que sucedió; como te he dicho, gracias a mis errores y/o aciertos llegué a ese lugar.
Gracias por aparecer de la nada pequeña narciso de risa "jote" y merecedora de un fans club. Definitivamente despertaste en mi un sentimiento extraordinario en el momento preciso en el que entendí que eras tú el lugar dónde tenía que estar.
Con el pasar del tiempo me he ido convenciendo de que "amor" no se traduce en corazones rojos, chocolates y muchas canciones de amor, sino que se desprende de una serie de acciones y reacciones; sentimientos y pensamientos; arriba y abajo; blanco y negro. No quiere decir que no discutiremos, o que siempre arreglaremos nuestras diferencias diplomáticamente hablando como quisiéramos y nos muestran en las películas de finales felices. Pelear, gritar, portazos van, cianuro viene, son cosas típicas. (Ok lo del cianuro era broma... supongo?) Somos seres pasionales y sensoriales que se expresan viceralmente y toman decisiones con todo menos con la cabeza, a los cuales se les desconecta el cablecito que lleva la capacidad del habla con el razocinio y terminan diciendo de todo menos lo que quieren.
No tiene que ver con estar todo el tiempo extasiadas por estar juntas, significa darnos nuestros espacios (Aunque cueste) y amar la individualidad que tenemos, la que tienes... de la que quedé prendada. Echarnos de menos, necesitarnos, nos mantiene expectantes por saber qué pasará esta vez o qué sorpresa habrá.
Quizás no se traduzca en salidas a lugares caros con los mejores tragos ni el mejor sushi con tenida formal y zapatos altos y maquillaje; quizás solo tenga que ver con sentarse frente a una televisión a ver una película de acción con nada menos que tenida de pijama party.
Son todos esos momentos buenos los que me hacen amarte más, y son aquellos momentos malos los que me reafirman que quiero estar ahí contigo, aún cuando la cosa se pone fea.
Podría simplemente recitarte los versos más originales que encuentre en mis libros, pero prefiero la clase de amor que tenemos: cotidiano, compañero, fiel, homicida, simple y complejo, pasional, dulce y ácido como nuestro sentido del humor, pero sobretodo: real. Sin tener que fingir ser alguien más. Soy quien realmente soy contigo (un poco menos llorona, pero básicamente todo igual) porque siento la necesidad de que me conozcas (así sabes en qué momento puedes comenzar a correr).
Te amo mía, te amo en todas las formas que conozco y en todas esas otras formas que me has enseñado sin querer.
Gracias por estos 365 días de emociones infinitas, por acompañarme en este camino, y dejarme acompañarte en el tuyo. No más adelante, ni más atrás... a tu lado, a mi lado.
Por este y los muchos otros aniversarios que vendrán. Una vez más renuevo mi compromiso de quererte hasta siempre.
¡¡¡Feliz día del amor!!! No tiene que ser 14 de febrero para celebrarlo
¿Y qué es una fecha así sin una canción mamona? Nada! Y como no quiero ser menos aquí va la mía:
Si miro al futuro me gusta creer que envejeceremos piel con piel, rodeados de nietos, y ojalá queriéndonos más o al menos igual (8)
Atte.
Yours.