miércoles, 24 de octubre de 2012

Bitácora

Hola. Sí, soy yo nuevamente. ¡A que no te sorprende en lo más mínimo!

Me dio pena la situación de este lugarcito y decidí hacerlo mío. Ando con toda la onda obseso compulsiva con esto de la posesión, y por el momento necesito sentir que algo me pertenece.
No deja de ser un proyecto nuestro, sin embargo, quiero que sea un poco mi bitácora, que no hable o teclee siempre de "nosotras" sino también poder hablar un poco de mi. Desahogarme por medio de las palabras que muchas veces no puedo, no quiero o no tengo el valor de decir. Será una especie de terapia psicológica para que luego comentemos o bien, solo lo leas y lo dejes pasar. Siéntete en la libertad de hacer lo mismo, sin olvidar de poner abajo si quieres o no comentarios; tengo pensado pasar por acá a diario.

Siempre he vivido con la filosofía de "Carpe Diem" o disfruta el día a día, la mayor parte del tiempo solo pienso en el "ahora" o a más decir "más rato". Últimamente vengo experimentando una extraña sensación, la de pensar, meditar u hostigar/me con el futuro no tan inmediato y eso realmente me preocupa por el simple hecho de salir de mi zona de comodidad.
De repente me sorprendo pensando en dos y no solo en mi, considerando decisiones y opiniones que no son  mías únicamente y de las que me siento no responsable, pero sí partícipes. Ahí es cuando entra en juego el tema de las inseguridades; ¿Me estoy adelantando? Sí, es lo más probable. ¿Realmente da para pensar en dos o quizás en tres (ojo, digo tres por agrandar la familia, no el mal tercio)?

Puede que todo tenga que ver con la montaña rusa hormonal, emocional, y espiritual por la que todos pasamos a diario, y que tanta redundancia sea innecesaria e ilógica. ¡Dios nos escuche! Hay días en los que ni yo me aguanto y mucho menos las demás personas (realmente las compadezco y por qué no decirlo, las admiro también)

Quiero mucho, anhelo mucho, pero me veo de manos atadas en la mayoría de los casos o en otros me mantengo a la espera de que "algo" me dé el impulso para saltar y caerme o aprender a volar en el intento. Por lo pronto creo que no hay mejor consejo que el que da uno mismo. "Más vale arrepentirse de lo que se hizo y salió mal, que de lo que por cobarde dejaste de hacer" y que pase lo que tenga que pasar.

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A ti que lees esto de vez en cuando:

Te pido disculpas por todas las veces que te llevé al límite solo por egoísmo, porque "yo" necesitaba. Quiero que sepas que tienes todo el tiempo que necesites para volver a abrirte conmigo, lo respetaré e iré aprendiendo a darte tus propios espacios hasta que me quieras en ellos, te estaré esperando entonces para dar los próximos pasos.
Tienes una partecita mía dentro tuyo y estoy segura que por más que los hilos se enreden seguirán unidos, la distancia y las inseguridades no nos la van a ganar. Valemos más que eso.

Te amo

Atte.
Yours.


And I am telling you



Hacía mucho tiempo que quería retomar la actualización de este blogger, más que nada como una forma de canalizar o dejar fluir ciertas emociones, sensaciones o venga Ud. a saber qué.

Han pasado cerca de 3 meses o un poco más, desde la última vez que escribiste aquí.
Creo que tienes razón cuando dices que hablo mucho y hago poco; es un gran defecto del que me estoy haciendo consciente de a poco.

Me he dado cuenta de que si bien tenía miles de intenciones de contar paso a paso nuestra historia, el tedio, el cansancio o simplemente la falta de originalidad me lo ha impedido. Sin embargo, hoy me siento libre de publicar lo que sea. No quiero nada triste, nada meloso, o muy alegre, simplemente "que sea"

"Hasta hoy no había sentido la necesidad imperiosa de sentarme frente a un computador y comenzar a pegarle a las teclas, unas tras otra, siguiendo cierto ritmo -un poco frenético, quizás un poco estresante- intentando dar rienda suelta a una imagen que tenía en mi cabeza, rondando silenciosa y hasta tímidamente, sin atreverme a dejarla salir y llenar páginas y páginas de su minuciosa descripción. Las palabras saltan como si hubiesen estado reprimida por mucho tiempo -creo que así fue-, hoy dejaré que ellas hablen por mi, que te lleven al lugar exacto donde necesito tenerte ahora. Que te traigan aquí, y que por un momento logren hacerte sentir como la primera vez, como la última. La primera vez que sentí que un cuerpo me pertenecía más de lo que podría pertenecerle a sí mismo fue cuando te toqué y no te opusiste, pudo tratarse de cualquier persona, pero me lo permitiste y simplemente confiaste en que era ahí dónde había que estar y que era yo quién debía hacerlo. Aunque el lugar no fuera el correcto, aunque no fuera apropiado ni bien visto. En aquellos casos, el pudor va tan mal, como comer pescado y vino tinto. Supe que más que darte mi cuerpo o un trozo de él, te lo estaba prestando para unirlo al tuyo. ¡Pocas veces me he sentido tan plena! Pude encontrar en ti, a esa amante tierna, dulce, apasionada y sin egoísmo. 

Tomaste derrotas, desalientos y berrinches; los convertiste en palabras de aliento o en un abrazo que hacía parecer que todo estaría bien... y así fue. Pacientemente escuchaste mis quejas repetitivas y agotadoras, incoherencias y bipolaridades, luego un beso y un: ¿Te puedes callar un ratito por favor?. Yo tan testaruda y tú tan dispuesta. Saliste de tu comodidad para acoplarte a la mía, cuidaste de mi salud en contra de mi voluntad. Te vi como una madre y un refugio. Te vi como la madre de nuestros hijos, con la misma paciencia y voluntad, y tracé un plan para nosotros mientras dormías. 

No hay nada más íntimo que verte llorar, saber que me necesitas y poder acudir lo más pronto posible. Cuando no quieres decir nada pero lo dices todo; sentirte así de frágil, así de vulnerable y que confías en que al menos puedo comprender tu pena o tus propias derrotas. Te vi como hija, para cuidar, proteger y consentir con antojos "de cosas ricas" pero que nunca supiste "de qué", para acariciarte la cabeza y sentirte tan pequeña, sentirme tan responsable y tan segura de que ahí quiero estar cada vez que me dejes o quieras dejarme entrar. 

Tu risa, la mía, la alegría del momento y volver a tener 8 años, con dibujos, carreras, chistes malos, travesuras. Tienes el don de transformar cada mala situación, cada enojo en una carcajada. Provocas amarte hasta el cansancio y el deseo irrefrenable de lanzarte a un pozo para luego tomarte antes de que caigas. Sentí a mi amiga y compañera de juegos, mi complemento perfecto." 

Cielo, el camino es difícil, pero si se ve oscuro te pido que cierres los ojos y recuerdes aquellas primeras veces. Si te hacen sonreír vale la pena volver a empezar, siempre lo valdrá. Han sido tiempo difíciles pero estaremos juntas hasta que Don caracol camine rápido, pierda su cojera y vuelva a ser joven.

Te amo. Lo sabes, ahora queda hacértelo sentir.



Atte. 
 Yours.