viernes, 20 de abril de 2012

"Te amo con mis estados de ánimo que son muchos"

Muy buena noche.

Me he tomado un pequeño descanso para escribir esto en unos cortos minutos, la verdad es que necesitaba hacerlo y no había tenido oportunidad. Ciertamente mis preferencias afectan los sentimientos de este pobre blog, pero está demás decirle al señor (O señora... podría ser señor creo yo) que no hay artimaña que pueda utilizar para distraerme y que le vendré a visitar seguido para que no se sienta utilizado.

Te dije pequeña mía que tendrías un post largo como resultado de tu cumpleaños y como sabrás cumplo mis palabras, tal vez un poquitito tarde pero aquí vamos.

El otro día volví a leer esa saga de libros que tengo tan manoseados en mi mesita de noche (la saga de Twilight) y reflexionaba un poco sobre la relación que Edward y Bella mantienen, (te estarás preguntando qué tiene que ver todo ese embrollo con tu cumpleaños, pero tengo un punto. Lo prometo) más específicamente en la forma en la que les bastó con conocerse para saber que ambos se pertenecían. 
Es un poco descabellado quizás porque ni tú eres un vampiro ni yo tengo tal imán para los desastres. Mi punto es que en un pasaje del libro, la madre de la muchacha hace mención a que ambos parecen un rompecabezas de dos piezas. La forma en la que se mueven y actúan, y cómo son capaces de ajustarse inmediatamente si el otro cambia su posición. 

Ahora viene mi punto... Da la impresión de que todos nacemos como piezas únicas, un rompecabezas en solitario, que sin embargo posee un entramado determinado que ha de encajar con ciertas personas, con unas más que con otras. Es de esta forma que a lo largo de nuestras vidas nos hemos encontrado con piezas que si bien han logrado ajustarse a las nuestras, algo falta para que se encuentren en total sincronía. 

Puede que suene bastante cursi por cierto, pero da igual. 

Hoy por hoy tengo certeza de que la pieza que fue diseñada para mi existe. Y llegó al mundo la mañana del 17 de abril de 1988 en forma de una bebé que traía consigo muchas lecciones que enseñar, y por qué no decirlo, que aprender también. Y por eso le doy infinitas gracias a Dios que hizo posible que dentro de la pancita de su madre (a quién le estaré por siempre agradecida) creciera la que se convertiría en MI mujer. 

No tienes idea de lo afortunada que me siento al saber que por fin encontré (en ti) a la persona junto a la cual me siento completa. 
Como mencionaste en el post anterior las cosas no resultaron de maravilla, pero da por hecho de que sacamos una tremenda enseñanza de aquello y el día terminó bastante bien. Estamos aprendiendo juntas y lo seguiremos haciendo, me emociona saber que este fue el primero de muchos cumpleaños más. 
Nos veremos crecer y madurar, apagaremos las velitas y si Dios así lo quiere además tendremos otras personitas que nos ayuden a apagarlas y a pedir los deseos y que llegarán con sus respectivas piezas para hacer que nuestro propio puzzle crezca un poco más. 

Este es el comienzo... nos espera un largo camino. Te estás llenando de experiencias, no de años. Los años son demasiado fríos para medir el amor que crece durante el tiempo y no son exactos como para explicar por cuánto estaremos juntas, se quedan bastante cortos. 

¡Felicidades por tu aumento de nivel! No dudo ni un segundo que seas como el vino... ¡Bendita sea la cosecha del 88!

Te amo... Te amo como este poema... (te lo leeré yo primero pero quería que estuviera aquí para que no se te olvidara)




Atte.
Yours

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.